sábado, 17 de octubre de 2009

Leaving So Soon: Capítulo 18.

Ahora que todo empezaba a enfriarse, la brisa que se colaba por la ventana entreabierta del estudio rozó la piel de Georgia y le provocó un leve escalofrío. Tim, aún sobre ella, sin resignarse a que se tenía que apartar, le besó un hombro y la miró a los ojos.
- ¿Estás bien?- Preguntó en voz baja.
Ella sólo asintió. Sabía que lo que acababa de suceder significaba algo para ambos, pero tenía la sensación que decirle que era lo más hermoso que le había sucedido en mucho tiempo no era lo mejor. Había sido un impulso, se habían dejado llevar, había sido increíble… y eso era todo. Georgia era consciente de que hasta allí habían llegado. En cuanto se vistieran, tendrían que regresar al plan de no volver a verse. El plan que, en definitiva, hacía que ella volviera a estar sola mientras él se iba a casa con su esposa.
Aún así, mientras durara, Georgia quería disfrutarlo. Le acarició lentamente el cabello y esbozó una pequeña sonrisa.
- Tom y Richard no tardarán demasiado.- Comentó Tim, desganadamente.- Aunque sospecho que Tom está tratando de darnos tiempo.
Georgia deslizó un dedo por su mejilla rasposa.
- ¿Por qué lo dices?- Inquirió con curiosidad.
- Porque no termina de elegir de qué lado está.- Estiró una mano, apenas apartándose de ella, para alcanzar la ropa interior olvidada en el suelo.- Y a veces, yo tampoco.- Se movió y tomó a Georgia por un tobillo, para subirle la braga a lo largo de una pierna y luego la otra.
- Los dos sabemos qué lado es el correcto.- Georgia se sentó y, sin poder evitarlo, lo abrazó con fuerza, recostando la cabeza en su pecho.- Supongo que no podemos pedir más que esto.
Tim la hizo mirarlo, tomándola por la barbilla para alzarle el rostro.
- Créeme, Georgia, me gustaría tenerlo todo.- La besó en la comisura de los labios. Ella se quedó esperando, notando que quería agregar algo más, pero que en realidad no se animaba. Él apartó los ojos azules, como rindiéndose.- Sería mejor que los chicos no te vean. No me gustaría que te metas en problemas.
Georgia se preguntó si el que querría evitar tener problemas sería en realidad Tim, pero no podía culparlo por sentirse así. Le gustara o no, estaba casado y le debía fidelidad a Jayne.
Aunque en ese preciso momento no se notara.
Se levantaron, reticentes, para vestirse. La ropa de Georgia estaba desparramada por todas partes y él se la alcanzó y le abotonó delicada y silenciosamente la camisa, como si necesitara seguir en contacto con ella, al menos de una manera mínima. Ella se lo permitió, sin dejar de mirarlo, intentando absorber toda la calidez posible que aún flotaba en el aire alrededor de ellos.
Cuando ambos estuvieron vestidos, Tim lanzó un suspiro, cansado.
- Mierda.- Masculló, casi enfadado.- Es una locura, lo sé…- Volvió a rodearla con los brazos.- Pero no quiero que te vayas.
- Estamos siendo dos idiotas.- Repuso ella.- No podemos cambiar las cosas. No podemos retroceder el tiempo.
- Por mucho que lo intentes.- Susurró Tim, en voz baja. La besó nuevamente.- Vamos, te acompaño al auto.
La tomó de la mano. Un apretón firme, pero dulce, seguro, casi hermético. Nunca la había estrechado con esa fuerza, ni siquiera tantos años atrás, mientras caminaban por las callecitas de Battle, ajenos a lo que les deparaba el destino.
En el camino tuvieron que recoger el bolso y la carpeta de Georgia, que habían arrojado en el césped al ser atacados por esa ráfaga incontenible de deseo. Pero ni siquiera cuando se inclinó para tomar sus cosas la soltó. Muy en el fondo, Tim sentía que esa nueva y pequeña separación iba a ser tan dolorosa como la primera, aún cuando todo era diferente a cómo había sido. Aún cuando ya nada los unía, excepto por ese magnetismo inexplicable que hacía que no pudiera contener las ganas de tenerla a su lado.
Georgia se colgó el bolso al hombro, se puso la carpeta bajo el brazo y se volvió hacia él, apoyándose contra la puerta de su auto. Sus dedos se desenredaron, casi involuntariamente.
- Entonces esto es todo.- Masculló ella, tratando de hablar con la mayor ligereza posible. Había comenzado a oscurecer, la noche caía con lentitud y gustosamente la hubiera pasado con él, sin separarse de su piel, sin dejar de besar sus labios.
Tim pareció súbitamente ansioso, se acercó a ella unos pocos centímetros más.
- Georgia, yo…
- No digas nada.- Lo cortó de inmediato, casi segura de lo que iba a decirle.- No tienes de qué preocuparte. Hasta aquí llegué, Tim, ya no voy a interferir en tu vida. Será como si jamás hubiese regresado.
A pesar de que era exactamente lo que necesitaba, no era lo que Tim deseaba oír, y fue como si Georgia le diera una patada en el estómago en lugar de hablar. De todos modos, asintió. Sabía lo que tenía que hacer. Sabía cómo debía manejar su vida.
- Gracias.- Contestó finalmente y, decidiendo que un último arrebato de debilidad no podía perjudicarlo más de lo que ya estaba, la tomó por la cintura y, dejando que todo su cuerpo se recostara sobre el de ella, la besó. Acarició sus labios con los suyos, como si quisiera dejar una huella en ellos, y asegurarse de borrar todas las que otros hombres pudieran haberle dejado durante todos esos años separados. Sólo se detuvo al percibir un leve sabor salado y enseguida se dio cuenta de que eran las lágrimas de Georgia, cayendo sin censura alguna por sus mejillas aún ruborizadas por todo el calor que habían experimentado. Tenía los ojos cerrados y lo besaba con desesperación, como si ella misma quisiera encargarse de que los rastros de Tim quedaran en sus labios, en su piel.
Tim supo que si no se apartaba en ese instante, nunca más sería capaz de hacerlo.
Le acarició una mejilla y pasó un dedo por sus labios, que habían cobrado un intenso tono rosa después de la fuerza de los besos que se habían dado. Georgia no se molestó en simular las lágrimas u ocultar el llanto. No tenía por qué. Tras lo que acababa de pasar entre ellos, no había dudas de que Tim sabía cómo se sentía.
Y tampoco quedaba mucho por decir. ¿Qué sentido tenía que se dijeran todo lo que sus corazones les imploraban que dejaran salir, si no volverían a verse? ¿Qué sentido tenía que Georgia le dijera que seguía enamorada de él si Tim iría a su casa esa noche y se acostaría junto a Jayne a dormir? ¿Qué sentido tenía que Tim le dijera que acababa de darle una felicidad que no experimentaba desde que lo dejara, si de todas formas iba a dar media vuelta para volver con su esposa?
Le abrió la puerta del auto y Georgia entró, cuidadosamente. Él cerró y se apartó un paso hacia atrás para dejarla ponerlo en marcha. Pero antes de hacerlo, Georgia puso las manos en el volante, como si buscara algo de lo que sostenerse, y lo contempló en silencio, con los ojos brillantes, desde el otro lado de la ventanilla.
Finalmente, giró la llave y encendió el motor. Pisó el acelerador y lo dejó atrás, con el espantoso peso en su corazón de que esa era la última vez que lo veía y, de nuevo, se iba sin decirle que lo amaba.

El auto de Georgia había desaparecido cuando Tom estacionó el suyo en el espacio vacío entre el de Tim y el de Richard. Ya había oscurecido, pero las luces exteriores del granero estaban apagadas. Apenas sí había una ventana iluminada y Richard posó su mirada en ella, aun malhumorado por el comportamiento de su amigo.
- Tengo un mal presentimiento. No puedo creer que me hayas arrastrado fuera de aquí.- Le reprochó, saliendo del auto y yendo hacia el baúl del mismo para buscar las bolsas del supermercado.- Dejar a Tim con Georgia fue una pésima idea.
- Tienes que dejar que resuelvan solos sus problemas.- Contestó Tom, ayudándolo.- Tim es lo suficientemente grande para saber qué hacer.
- Eres un idiota, Tom, lo dejaste con una mujer que le embota el juicio. ¡Tim no piensa cuando está con Georgia! Se limita a meter la pata.
- Ni tú ni yo podemos meternos, Rich, por más que queramos evitar que lo lastime.- Empujó la puerta de entrada con el hombro y cargó las bolsas hasta la cocina, seguido por Richard.- Además, no creo que Georgia tenga malas intenciones.
- Espero que tengas razón.- Dijo el otro, de mala manera. Empezaron a vaciar las bolsas y Richard se hizo con una caja de galletas Oreo, que abrió de inmediato y empezó a devorar.
- ¡Hey, no te las comas todas! ¡Siempre haces lo mismo!- Exclamó Tom, enojado. Le arrebató la caja y sacó un puñado antes de devolvérsela. Fue comiéndolas mientras salía de la cocina y seguía el pasillo hasta la parte principal del estudio.
A simple vista, le pareció vacío. Frunció el ceño y escrutó alrededor, hasta que vio que Tim estaba tumbado sobre el sillón, boca abajo. Eso no parecía un buen presagio. Ya casi podía oír a Richard regañándolo otra vez.
- ¿Tim?- Murmuró, titubeante. Éste levantó la cabeza y se volvió enseguida, tratando de disimular su malestar.
- ¿Ya regresaron? No los oí entrar.- Repuso, desanimadamente.- ¿Qué trajeron de comer?
- ¿Estás bien?- Tom dio algunos pasos hacia él, ignorando su pregunta. ¿Qué demonios le había hecho Georgia para dejarlo así?
- Sí, de maravillas…
Richard irrumpió en el estudio, aún masticando algunas Oreos. Le bastó echarle un vistazo al rostro de Tim para darse cuenta que algo había sucedido. Miró a Tom, enfadado.
- ¿Qué pasó, Tim?- Inquirió.
Tom se sentó en el apoyabrazos del sillón, listo para lanzarse a darle su apoyo si era necesario.
- Nada. Sólo… sólo cosas de Georgia. Eso es todo.- Carraspeó, para aclararse la garganta. La voz se le había puesto algo ronca.- Deberíamos ponernos a trabajar, tenemos que…
- ¿Qué te hizo?- Insistió Rich.
Éste suspiró, cansado.
- Nada, de verdad. No me hizo nada.
- Esa no es la cara de alguien a quien no le han hecho nada. Parece la cara de alguien a quien le han hecho pasar un rato espantoso.- Testarudo, Richard tenía intención de sacarle una confesión y buscar la manera de ayudarlo. Todo el asunto de Georgia era un gran error.
- Entonces eres un asco para entender lo que sienten las personas, Rich, porque tuve la mejor tarde de toda mi vida.- Musitó inexpresivamente.
- ¿A qué te refieres?- Se cruzó de brazos, confundido.
- A que hicimos el amor en este mismísimo sillón.
Tom se levantó del apoyabrazos de un respingo y lo observó con cierta cautela, pero sin salir de su asombro.
- ¿De qué mierda estás hablando?- Masculló, asombrado.- ¡Creí que sólo quería hablar contigo!
- Eso quería.- Tim se llevó las manos a la cabeza, desesperado.- Pero no pudimos contenernos. Simplemente sucedió y… luego nos despedimos y se fue.
- ¿Te has vuelto completamente loco?- Exclamó Richard sin poder evitarlo.- ¿Cómo has caído de esta manera? Primero te lamentas porque estás a punto de perder a Jayne y ahora…
Tom le dedicó una mirada asesina, instándolo a callarse.
- ¿Cómo te sientes?- Preguntó en cambio, tratando de suavizar la situación.
- Mal. Y bien.- Respondió Tim.- No me había sentido así de feliz en muchísimo tiempo y, a la vez, sé que es lo peor que he hecho.- Se puso de pie casi de un salto.- ¡Maldita sea, no sé qué demonios me sucede! Debería odiarla. Debería odiarla con todas mis fuerzas, pero no puedo. Sólo quiero tenerla cerca, besarla y…
Hizo silencio, sabiendo que en vez de seguir analizando lo sucedido, debía olvidarlo. Los otros dos lo miraron apenados, sin saber qué decir para ayudarlo.
- Jayne no se merece esto.- Farfulló, frustrado.- No puedo creer que le haya hecho algo así.
Tom se cruzó de brazos y lo contempló, severamente.
- Escucha, nos lamentaremos por Jayne en sólo un momento, pero primero… ¿qué sentiste? ¿Estuvo bien?- Quiso saber. Richard le pegó un manotón en el brazo, para censurarlo.
- ¿Cómo puedes preguntarle algo como eso, Tom?
- ¡Ni él sabe lo que quiere! ¡Sólo quiero ayudarlo a que se de cuenta!
- ¡No, tú quieres empujarlo de nuevo con Georgia y eso no va a funcionar! ¡Ella lo abandonó!
- ¡Pero si sólo eran unos niños, no quiere decir que vaya a hacerlo de nuevo!- Protestó Tom, enfurruñado.
- Ella tuvo su oportunidad, y la echó a perder. Tim tiene a Jayne ahora. No puede hacer estupideces.- Replicó Richard, enfadado.
Tim se quedó muy quieto mirándolos a ambos, algo molesto.
- ¿Pueden cerrar la boca un segundo? Ninguno de los dos está ayudando en lo más mínimo.
- Perdón.- Tom se ruborizó intensamente.
- Lo siento, Tim.- Rich recobró la compostura. Lo examinó con los ojos celestes bien atentos.- ¿Y qué es lo que vas a hacer?
Negando con la cabeza, pensativamente, Tim volvió a sentarse.
- No puedo hacer nada. Le pedí que no volviera a buscarme y ella dijo que no lo haría. Se acabó.
- Entonces… ¿si no le hubieses dicho que no volvieran a verse, tú…?- Balbució Tom, vacilante. Tim elevó los ojos azules hacia él, pero no dijo nada. No había nada que pudiera decir realmente.
- Richard tiene razón.- Dijo en cambio.- Tengo a Jayne. Punto.
- Sí, pero no la quieres tanto como a Georgia…- Masculló Tom, que fue silenciado de inmediato con otra mirada mordaz de Rich.- Quiero decir…- Observó nervioso a su amigo, que parecía vigilarlo para que no dijera estupideces.- Tú extrañabas… quieres que… ¡Ah, basta, Rich, voy a decir lo que quiera!- Le dio la espalda para que no lo fastidiara más.- Quiero decir que eres feliz con ella. Tú mismo acabas de decirlo: te hizo feliz como no lo habías sido en mucho tiempo. ¿O no?
- Sí, pero… ¿quién lo hizo infeliz en primer lugar, Tom?- Richard lo dijo como si fuera obvio y Tim se dijo que ya no podía escuchar a ninguno de los dos.- Y lo que menos necesita Tim ahora es más problemas. Hizo mal al acostarse con ella, pero bien al decirle que ya no lo busque. Ahora podrá volver a olvidarla y…
- ¿Realmente piensas que alguna vez la olvidó? Eres daltónico, pero no ciego, Richard.- Espetó Tom.- Georgia es…
Tim se levantó y comenzó a alejarse de ellos. Eso hizo que Tom se parara en seco y lo siguiera con la mirada, sin entender.
- ¿A dónde vas?
- A un lugar donde no esté ninguno de ustedes.- Respondió.- Sé que quieren ayudar pero no puedo seguir escuchándolos.
- De acuerdo, cerraremos la boca, serás tú el que hable.- Se apresuró a decir Richard.- Vamos.
- No.- Tim levantó una mano, como si quisiera detenerlos.- No, Rich. Quiero estar solo.
Y sin decir una sola palabra más, Tim se perdió por el pasillo y, un minuto más tarde, oyeron que encendía el motor del auto. Tom se volvió hacia Richard, sin saber qué hacer.
- Creo que nos extralimitamos.- Murmuró éste último.
- Pobre Tim…
- Te dije que no había que dejarlo con Georgia. Sabía que algo así iba a suceder.- Protestó Rich.
- Ya basta. Eso no importa.
- Supongo que no… si realmente no podían evitarlo iba a suceder de alguna manera.
- Lo que me recuerda…- Tom le echó un vistazo, inquieto, al sillón.- ¿Crees que podamos mandar esto a la tintorería? ¿Retapizarlo tal vez?
- Tom, no seas estúpido…
- ¡Hablo en serio!- Richard se dirigió hacia la cocina, ignorándolo, y él lo siguió.- Cada vez que me siente ahí voy a recordar que Tim estuvo todo desnudo y… sudoroso…- Hizo una mueca de asco.- Richard, por Dios, hay que deshacerse de ese sillón.
Rich abrió la alacena, decidiendo que lo único que podían hacer de momento era preparar la cena y esperar a ver qué pasaba.
- Créeme, Tom, va a haber problemas más serios que tu aversión al sillón.- Susurró, distraídamente.- Sólo espero que las cosas no terminen tan mal y que Tim no haga ninguna estupidez.
- Descuida.- Le dio una palmadita en la espalda.- Creo que ya ha hecho todas las estupideces que podía hacer.

Georgia estaba paralizada en la ducha. No era el agua lo que sentía correr por su cuerpo, sino las manos de Tim, sus labios, su aliento en la piel. Al cerrar los ojos sólo podía verlo a él, aplastándola ligeramente con su peso, haciéndole el amor de la manera más fantástica que había experimentado en toda su vida.
Pero lo que lamentaba no era perder la oportunidad de tener sexo increíble, sino la oportunidad de tener a un hombre increíble. Lo había sabido cuando era adolescente, pero había sido demasiado impulsiva y estúpida para darse cuenta que era más importante conservar a alguien a quien se ama que seguir sus propias ambiciones.
Sin embargo, aunque le dolía no podía dejar de decirse que estaba haciendo lo correcto al no insistir con él. Tim había reconstruido su vida después de que ella lo abandonara y no le iba nada mal. Aunque a Georgia no le agradara la idea de que estaba casado con Jayne, sabía que ella lo hacía feliz. Era mejor que dejara de meterse en medio y tratara de buscar su alternativa para alcanzar cierta felicidad.
Quizás le convenía centrarse en lo profesional un tiempo, hasta que su corazón cicatrizara lo suficiente. Tenía que prestarle atención a los diseños que quería hacer. Iba a quedarse analizando eso durante la noche y tal vez a la mañana siguiente pudiera ir a comprar telas para empezar a hacer que sus dibujos salieran del papel. Tenía que volver al sótano a ver si encontraba la máquina de coser de su madre o si también tenía que buscar una nueva…
Suspiró y se enjuagó el largo cabello mojado. Poner todas sus energías en su nuevo emprendimiento iba a ser más difícil de lo que creía. La poca superficialidad que podía llegar a quedar dentro de ella había acabado por extinguirse esa tarde. De repente se dio cuenta que no le importaba si todos sus bolsos Fendi se prendían fuego y quedaban reducidos a cenizas. No le importaba si todas sus chaquetas de Channel terminaban siendo en realidad una imitación barata. No le importaba si tenía que salir a la calle vistiendo como su madre. Ya no quería saber nada de sus hermosos zapatos, ni de su fabulosa vida en Londres… todo parecía una farsa ahora. Todo acababa siendo insignificante, porque había algo que realmente amaba más que a nada en el mundo y que no podía tener, que no podía conseguir en ninguna tienda, ni que ningún diseñador de renombre lograría crear jamás: Tim.
Pero, ¿qué sentido tenía ahora? Sus opciones se habían reducido considerablemente. Lo único que podía hacer en su vida era trabajar, porque el amor se le había escapado por la ventana abierta, ya que había sido demasiado estúpida para cerrarla a tiempo. Lamentarse por Tim hasta el fin de sus días no parecía demasiado lógico. Habían tenido más de lo que podrían haber deseado en esos quince años. Ahora lo único que Georgia podía hacer era tratar de recuperar, al menos minúsculamente, esa vida que tanto había amado.
O que la había distraído mientras en realidad dejaba pasar la oportunidad de vivir exactamente como quería.
Sacudió la cabeza, confundida, y salió de la ducha. Se envolvió en una toalla blanca y se puso otra en el cabello, para secarlo. Cuando se miró al espejo, por primera vez en mucho tiempo, no le gustó el reflejo que le devolvía la mirada.
Nuevamente, se reprochó el haber regresado a Battle. Al menos cuando estaba lejos de allí no tenía razón alguna para dudar de sí misma, de las cosas que había hecho, de lo que quería. Había sido como una persona sin pasado… hasta que la necesidad de reencontrarse con quien realmente era había sido demasiado fuerte.
Por estúpido que le pareciera ahora el proyecto de vida que tenía, lo único que podía hacer era llevarlo a cabo. Las cartas ya habían sido jugadas hacía años y había perdido la mano por tomar una mala decisión. Pero no quería decir que no pudiera comenzar un juego nuevo donde, si bien no recuperaría los puntos perdidos, al menos podía buscar la manera de no terminar última.
Le pareció oír un ruido proveniente de su habitación. Había dejado la ventana entreabierta para que entrara el aire, pero sabía que las brisas nocturnas de Battle podían transformarse en verdaderas ventiscas. Demasiado desanimada para ponerse sus pantuflas, Georgia caminó descalza, desganada, hacia su cuarto. Pero cuando abrió la puerta se quedó de piedra.
Tim estaba reincorporándose del suelo, maldiciendo por lo bajo. Parecía que se había golpeado al pegar un salto desde el árbol hacia la ventana. Evidentemente, ya no tenía edad para estar haciendo ese tipo de cosas.
- ¿Tim?- Georgia dio un paso hacia él, vacilante. Se sentía excepcionalmente vulnerable, quizás porque de repente era consciente de cosas que no afloraban en ella desde que era sólo una niña.- ¿Te hiciste daño?
- No, estoy bien. Pero presiento que va a dolerme la espalda mañana.- Masculló, frotándose la parte inferior de la columna. Luego la miró, poniéndose súbitamente serio.- Hola.
- Hola.- Susurró ella. Verlo era lo último que esperaba, pero no podía negar que dentro de ella de repente parecía encenderse una luz de pura alegría.- ¿Qué estás haciendo aquí?
Tim no se acercó. La contemplaba como si fuera algo sumamente delicado de la que debiera mantenerse una distancia respetuosa. Pero, al mismo tiempo, sus ojos azules brillaban de anhelo.
- No lo sé.- Respondió con sinceridad.
- Esto contradice un poco lo que me pediste esta tarde.- Georgia sonrió apenas, sin poder evitarlo.- Creí que no querías volver a verme.
- Por idiota que suene, lo que no quiero es volver a perderte.- Confesó él en voz baja, y el corazón de Georgia se detuvo, extasiado.- Voy a arrepentirme de habértelo dicho, Georgia, pero hoy fui más feliz de lo que he sido en estos últimos quince años.
La sonrisa de Georgia se extendió. Su corazón volvió a latir, esta vez, enloquecido.
- Irónicamente, yo también.- Farfulló, haciendo que en esta ocasión fuera Tim el que esbozara una casi imperceptible sonrisa.- Pero, ¿qué se supone que vamos a hacer?
- No lo sé.- Repitió él, con cierta tristeza.- Sólo hay una cosa de la que estoy seguro ahora mismo.
- ¿De qué?- Preguntó Georgia con curiosidad.
Parecía que no era algo fácil de decir para él. Evitó mirarla unos segundos, le dio la espalda para escrutar la noche por la ventana entreabierta, se volvió, dio un paso para acercarse, volvió a retroceder. Era como si estuviera nervioso.
- ¿Puedo…?- Masculló, y al fin se acercó, deteniéndose a apenas una breve distancia. Georgia podía extender los brazos y tocarlo si quería.- ¿Puedo quedarme contigo esta noche?
Georgia pensó, emocionada, que esa era la propuesta más hermosa que un hombre le hubiese hecho jamás. Por dentro, empezó a gritar que sí, histéricamente. Por fuera, trató de ser un poco más inteligente.
- ¿Crees que es una buena idea?- No deseaba nombrar a Jayne en ese momento, pero esperaba que él entendiera que eso era lo que la preocupaba.
Tim decidió ser honesto. No había manera de mentirle a Georgia. Lo conocía más que ninguna otra persona en el mundo.
- No. Pero te necesito demasiado para que me importe.
Ya no hubo forma de que Georgia se resistiera. Acortó la distancia que los separaba casi de un salto, y le rodeó el cuello con los brazos, hundiendo sus labios en los suyos, como si llevara una eternidad sin besarlo. Él la estrechó contra su cuerpo de inmediato, sintiéndose exactamente igual. Puso las manos en su espalda desnuda y aún húmeda y la apretó contra su pecho, hasta tal punto que parecía que los latidos de sus corazones estaban acoplados. Tim la besaba como si quisiera llegar a las mismísimas profundidades de su alma haciéndolo, y cualquier dejo de cordura o lógica había abandonado definitivamente la habitación.
Le quitó la toalla que le envolvía el pelo y dejó que le cayera libremente sobre los hombros, mientras despedía aún el aroma del shampoo, que se mezclaba con el del jabón que emitía su piel. Tim estaba absolutamente maravillado, descubriendo que no había manera de que se cansara de ella. Cada vez que la tocaba, se encontraba con algo nuevo que lo hacía desear no soltarla nunca más.
Georgia se apartó apenas unos centímetros para recuperar el aliento y mirarlo a los ojos, para convencerse de que aquello era real. Tim había vuelto por ella. Había ido a buscarla, olvidándose por completo de que habían accedido a no volver a verse, a ignorarse. Estaba allí. Había trepado al maldito árbol para colarse por la ventana y pedirle que lo dejara quedarse a pasar la noche.
Ambos eran plenamente conscientes de lo erróneo que era todo eso, pero habían alcanzado un punto tan doloroso, que ya no les interesaba nada. Y para aliviar ese dolor, tenían que estar juntos. No había otra salida.
Tim también la miró, intensamente. Estudió sus ojos como si intentara entender qué estaba escondiendo dentro. Le acarició una mejilla con la más absoluta ternura.
- Si prefieres que me vaya, Georgia, sólo…- Murmuró, aunque parecía reticente a decir algo como eso. Ella lo silenció, poniendo un dedo en sus labios.
- Quédate esta noche y todas las demás.- Replicó suavemente.- Si estás seguro, Tim, quédate.
Él besó el dedo que Georgia había posado en su boca como toda respuesta. Ella empezó a quitarle la ropa con total delicadeza.
Tim deshizo el nudo que sujetaba la toalla alrededor del cuerpo de Georgia, dejándola caer al piso. No aguantaba un segundo más, todo lo que quería era volver a sentir su piel contra la suya cuanto antes. Todas las sensaciones tormentosas que había experimentado esa misma tarde estaban renaciendo dentro de él con muchísimas más fuerzas. Para cuando volvió a besarla, arrastrándola levemente hacia el colchón, Tim a duras penas recordaba todo el sufrimiento que habían vivido. Era como si al sentir sus labios el tiempo se evaporara y siguieran siendo los dos adolescentes que se amaban con locura, como si su mundo siguiera siendo el mismo, un mundo donde él no estaba casado con Jayne, donde ella no era más que la amiga callada y aburrida de la chica que lo volvía loco.
Tim llevaba aún puesto el jean cuando se recostó sobre ella encima de las mantas arrugadas. Georgia deseaba seguir así, apretándose contra él, besándose durante todo el tiempo que fuera posible. Sólo con eso le parecía suficiente.
- ¿Cómo puede ser…?- Masculló Tim en su oído, casi sin aire, mientras sus labios tomaban posesión de su cuello.- ¿Cómo puede ser que durante quince años soporté el no estar contigo y en un solo día llego a sentir que voy a explotar si no te hago el amor?
El cabello húmedo de Georgia estaba desparramado sobre la almohada y en sus ojos se delataba la misma excitación que fluía dentro de él. Tim pensó, mientras la miraba, que era lo más hermoso que había visto.
- ¿Cómo puede ser que durante quince años me convencí que no me hacías falta y ahora, de repente…?- Farfulló Georgia, deslizando las manos desde sus hombros, por su pecho, hasta su espalda. Se movió contra él, como diciéndole sin palabras que se diera prisa.
- De repente, ¿qué?- Quiso saber Tim, desabrochándose el pantalón, al tiempo que la observaba con el ceño fruncido.
- Me doy cuenta que…- Georgia tragó saliva. Sentía que se ahogaba con su propia respiración. Él se deshizo de su jean y su ropa interior de un solo ademán.- Que…
- Dímelo, Georgia.- Pidió, inmensamente aliviado ahora que no había barrera alguna entre sus cuerpos.
- Te necesito.- Balbució, dificultosamente.- Te necesito…
- Estoy justo aquí, cariño.- Le dijo al oído, entrando en ella lentamente, haciendo que se aferrara a sus hombros, desprovista totalmente de fuerzas. Se quedó quieto, como si estuviera aclimatándose a aquella dulce invasión. Le corrió el cabello que le caía sobre el rostro.- Y, demonios, no pienso irme a ninguna parte.- Agregó en un gruñido algo ronco.
Georgia arqueó la cadera, instándolo a que se moviera, en un deseo impetuoso de sentirlo más profundamente. Tim le dedicó una sonrisa maliciosa, le besó la comisura de los labios y, aferrándola con fuerza, se volteó, hasta quedar de espaldas y dejarla a ella encima de él.
A Georgia le gustó notar que tenía el control, que después de lo que le había hecho eso tarde, al fin podía devolvérselo, enloquecerlo, hacerle perder la razón tal y como a ella le había sucedido. Tim se mordió un labio al ver sus intenciones reflejadas en su sonrisa. Conocía muy a fondo a Georgia, sabía perfectamente que en su interior se escondía un fuego difícil de domar. Toda ella era puras llamas, y Tim ya empezaba a sentir cómo su flama empezaba a rozarlo deliciosamente.
Pero Georgia quería jugar. Se apartó de él, yendo más y más al sur, sin dejar de tocarlo intermitentemente en distintas partes del cuerpo, confundiéndolo, dejándolo preguntándose qué haría después. Comenzó a besarlo, dejando que sus labios fueran marcando el camino ascendiente, desde los tobillos hasta la frente. Tim entrecerró los puños, apretando las sábanas debajo de él, cuando lo rozó de una manera muy íntima y pícara a la vez. Al tenerla nuevamente a su altura, la atrapó entre sus brazos, cayendo inevitablemente en una agonía de lo más placentera, deseando hundirse nuevamente en lo más dulce de su interior.
La besó con ganas, dejando que su lengua se colara entre sus labios, saboreándola, incitándola, provocándola. Georgia, mientras tanto, se acomodó sobre su regazo y lo tentó apenas, de forma maliciosa, haciendo que Tim sonriera, aunque sin suspender el beso, y la tomara por la cintura para conducirla y dejarse de rodeos.
Georgia lo obedeció un rato, haciendo lo que él le indicaba… pero tras un par de minutos fue evidente que Tim no resistía no ser el que llevaba el control. Sin interrumpir en ningún momento lo que estaban haciendo, volvió a voltearse, estrechándola firmemente para no hacerla caer al suelo, y se puso arriba.
Después de eso todo se volvió demasiado confuso y sudoroso. La temperatura había alcanzado ya un límite imposible y los jadeos de Georgia se confundían con los de Tim, a pesar de que ambos trataban de amortiguar el ruido lo más posible. Se dejaron ganar por el ritmo acelerado de dos amantes que saben exactamente lo que quieren y cómo obtenerlo. Pero a pesar de lo frenético de las embestidas finales, no lograban perder la delicadeza, la dulzura que delataba que entre ellos existía un vínculo más allá de lo físico. Tim no dejaba de besarla, ni de mirarla a los ojos, como si se sintiera conmovido por el mero hecho de tenerla entre los brazos. Georgia le respondía gimiendo suavemente su nombre, aferrándose a él como si no confiara en nadie más, como si sólo él pudiera llegar a donde ella deseaba que llegara.
Tim se apresuró a cubrir su boca con la suya cuando alcanzaron el más espléndido de los clímax, con la intención de acallar los gemidos desesperados de ambos. La sintió temblar bajo su cuerpo y sólo cuando ella acabó de experimentar las agitadas sacudidas de placer, se permitió relajarse.
Se quedaron abrazados, respirando con dificultad, sin lograr decir nada. No tenían necesidad alguna de separarse por el momento y eso les parecía suficiente.
Georgia hundió el rostro de su cuello, empapándose del aroma que despedía la piel de Tim, demasiado fantástico para resistirse. Se sentía adormilada y satisfecha a más no poder, por no mencionar la felicidad que aleteaba en el medio de su pecho.
Tim le besó la frente y se movió hacia un costado para liberarla. Luego la levantó un poco para poder mover las mantas de la cama y la cubrió con ellas, sonriendo al ver que Georgia ni siquiera se inmutaba, ni abría los ojos. Se acostó a su lado, apretado contra ella en el reducido espacio, dejando que apoyara la cabeza sobre su pecho, tras lo cual dejó escapar un suave suspiro y se durmió por completo. Él le acarició el cabello todavía humedecido por la ducha hasta que finalmente también fue vencido por el sueño.
Y su último pensamiento antes de dormirse del todo, era que estaba justo donde tenía que estar. Donde quería estar.
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27 comentarios:

L.- dijo...

Primero que nada, gracias por la GRAN cantidad de comentarios que dejaron en el capítulo anterior! Me alegró muchísimo que les gustara, así como ver que están todas con la intriga de lo que va a pasar! Si quieren que les sea sincera, ni yo estoy muy segura todavía xD
Este capítulo nuevo, que aunque no lo crean me tomó casi todo un día hacer xD, es lo último que tengo por el momento, pero estoy bastante volcada a la escritura en estos días, así que es posible que esta semana les traiga otro un poco más pronto, esperemos que sí!
Como siempre, espero sus críticas con ansias y, definitivamente, les agradezco MUCHÍSIMO por la buena onda.

Besos gigantes,

L.

PD: Este capítulo va dedicado a todas las que siempre leen. Ustedes saben quienes son ;)

Oli Oli dijo...

EAAAAAAAAAAA! Oruga porno!! ya sabes que amo estos fics porque me ponen LACA! mas cuando escribis braga. Keep on the great job! awe.

Lali dijo...

aaaaaaaa! Sin palabras, no sé. todo fue genial TODO. Primero que los comentarios de tom me hicieron morir de risaaa (y de amor, lo admito♥) iba a pegar acá las partes especificas q me dieron risa pero me di ceunta q fue practicamente TODA la conversacion de tom tim y rich jaja Especialmente cuando Tom se levantó de golpe del sillon cuando tim confeso que ahi le hizo el amor a georgia jajaja GENIAL.
y despues casi muero cuando vi que Tim la fue a buscar a la casa otra vez subiendo por el arbol *.* y todas las cosas qe le dijo, es un dulceeeeeeeeeeeeee!!!! Yo creo qe ya no tiene nada mas que pensar, las cosas están mas qe claras, ama a georgia, listo, qe deje a jayne!!! pero repito, si eso pasa la historia se terminaría y me niego a q eso pase jaja, bueno no sé como pueden seguir las cosas ahora, lo cual me da mucha intriga! Está de más decir que espero CON ANSIAS el proximo capitulo, la verdad que te pasaaaaaaas escritora, sos genial! Es un ritual ya, sentarme en la compu, prender un cigarrillo por la tension qe me causan las escenas jaja y apagar tele, todo para concentrarme.
Gracias por subir este capitulo, una vez más: me encantó!!!!
besosss para todas las lectoras y a la autora de semejante historiaa!

Maggie dijo...

ahh!! qué lindo lo que has escrito Laura!! qué emoción!! gracias por subir el capítulo!! simplemente increíble!!
buenísimo! como siempre!!

bises, amies!!!

esperamos con ansias el próximo capítulo!!

XOXO!!

Maggie dijo...

concuerdo con Lali!!! ahaha toda la conversación ha sido divertidísima!! qué lindo es Tom al pensar tanto en la felicidad de su bf!! amo a mi cabaspash!!jojo
me encantó lo de retapizar el sillón haha!

y todo lo que hace Tim para Georgia! es lo más romántico que he leido!! qué bello que alguien llegue a decirte todo eso de corazón!! me encantó Laura!! de verdad te luces ehh!! buenísimo!!


besos a todas!! saludosS!!!

espero por otro capítulo jojo...mmhh!! necesito esa leer dosis de amor entre TyG!! jojo

karidiva dijo...

que lindo!!!

me encantó!!!!

que ternura!!!!!

Felicitaciones por el talento Laura.

keane-fics-adicta

Anónimo dijo...

me super encantò este capitulo!!!!
me emocionò tanto la parte de la despedida, màs que justamente en ese momento tocaban en la radio "que te queria" de la quinta estaciòn, casi lloro...

y todo lo que vino despuès de la trepada del àrbol fue lo que faltaba para confirmar que tienen q estar juntos, jayne next para ti !!!

gracias por actualizar y saludos.

pili dijo...

Ay, mi niña...hoy has hecho muy feliz a una persona...estoy en cama, con pielonefritis, que es una enfermedad de mierda, que duele mucho... no lograba juntar fuerzas ni para prender el Pc...pero ahora que leído este capítulo endiablado, sé que tengo que recuperarme...jajaj...eres genial...una narradora de primer nivel,pero ya lo sabías....ahh y es evidente que AME TOTALMENTE la participación de Tom , con sus comentarios,bellooooo...y pensar que sólo tienes una historia con él como protagonista...snif...
GRACIAS y mil GRACIAS.
y más,más,más...

sam_mccartney dijo...

WOW!! Gracias por actualizar!!
jaja ya tenia le presentimiento que Tom quiere a estos dos de vuelta..Viva Tom! eso es ser un buen amigo! jajaj...MI amorsote Rich de pesado, pero bueno, asi es el jejej tratando de hacer lo correcto :P
Concuerdo con todas sobre los comentarios de Tom sobre el sillon jajaja...y wow! super tierno Timmy trepandose al arbol para ver a Georgia...y esa sesion de sexo...uff!..lo que me gusta es que efectivamente entre ellos hay mas de lo fisico, tienen esa conexion emocional,..aaah ojala y Tim mantenga lo que dijo...que no se ira a ningun otro lado...
Perteneces en los brazos de Georgia, Timmy!

Saludos a todas chicas! xxxx

Maggie dijo...

Hello everyone!!!

Laura, me pregunto sí.... mmmmmmhhh
me pregunto sí... crees que podrías hacer otro fic (así de maravilloso como este) con mi cabaspash??? (véase TOM)

ppppllllleeeeeaaaasseeee!!!!

si!! ahh!! y por favor! más capítulos de éste fic tan increíble! en serio escriber de una manera impresionante. Espero no estar presionandote mucho!

esque me encanta cómo escribes!

besos!!!

jaja sólo pido y pido u.u

esque me encanta!

asdasdasd_ dijo...

Ahhhhhhh oru te juro ke casi lloro (de emocion y de alegria con lo de tom xdd super xistoso lo de las oreos y del sillon xdd) woow estuvo demasiado hermosoo todo, las descripciones, las escenas, los dialogos, etc. Ke crepusculo! Ke stephanie meyer! Es una mierda al lado de tus narraciones!! (Sin ofender a las fans de los libros, yo tambien los lei i me gustaaron) te juro ke estaba desesperada por saber ke iba a pasar, incluso, no tengo inter ahora y me tuve ke meter por el celu xdd. Wenu pa resumir,

asdasdasd_ dijo...

Pa resumir xdd sigue asi ! Nunca cambies ! Ahh y u.u igual seria genial ke escribieras una d tom, pero tengo ke aceptar ke cuando le dio el beso a maggie casi muero de celos ! Xdd asi ke me costaria muxo leerlo si le pusieras tantos detalles como en este, o en los de tim en general xdd, weu ese es mi comment! Espero con ansias la nueva actualizacion !! cheers !!

Lali dijo...

aaaaaaw, sí, coincido con Maggie, pero tambien coincido con romy x_X o sea MUERO por leer otra asi de tom, pero me muero de los celoooos!! aunqe admito que, por ejemplo, en la de wolf at the door, casi me daban ganas de llorar de celos pero cuando leia escenas en donde tom estbaa cn nat FKDGJKDGJ. ahora, cuando estaba con maggie no tanto. porqe maggie es un personaje inexistente, o sea es FICTICIO, en cambio la otra fksfjks (U) es real, entonces eso me hace mal. pero mientras se trate de un personaje de ficcion no duele tanto! asi qe me arriesgo y apoyo la idea de hacer otra fic sobre tommy *_* la verdad qe me encantaria, pero bueno, vos sos la escritora, asi qe vos sos la qe elegis sobre que escribir.. debe ser qe timmy te inspira muchisimo, asi qe bueno, totalmente respetable! si se te da por escribir otra sobre tom GENIAL y te lo re agradeceria, pero sino, bueno segui con tim que la verdad no me qejo en absoluto, todo lo contrarioo! mientras haya fics :D
bueno, esperando ansiosa el prox capitulo, como siempre:D besosss

sam_mccartney dijo...

ayyyy que si haces otra fic de Tom, yo quiero entonces una de Richard! jajajaja...

Admito que llore en Wolf At The Door, ooooops!

pero es que mejor escritora de Keane fics no hay... :D

Unknown dijo...

Hermoso capítulo! Felicitaciones.... estoy completamente enamorada de Tom y más con esos pequeños detalles que pones sobre el en tus historias, pero todo lo que escribis sobre Tim es imposible no caer en la tentación (por lo menos un poquito :P) .. cuando vaya Tim a su casa qué dirá Jayne?? mmm ! cada capítulo que pasa me voy poniendo más ansiosa, QUIERO MÁS!

karidiva dijo...

yo feliz con que el protagonista sea Tim.... muero por él .... por su forma de componer, por su entrega en el escenario, por ser tan genio , y obviamente .... porque es demasiado regio.

Asi que feliz con que el protagonista sea nuestro amado Tim.

Además que tu forma de escribir, hace que realmente te imagines la escena, tienes una forma de atrapar mientras lees que es adictiva.

Gracias por deleitarnos con otro capítulo

asdasdasd_ dijo...

yo opino ke ahora deberia venir el fic de Rich !! :)

awww ! wn podis creer que hasta con maggie me ponia celosa ?? opino ke si kieres hacer un fic de tom, a la principal le deberias poner romi (A) xDD naa es bromita, yo igual toi escribiendo algo de tom, pero me da flojerita xDD

wen, aun espero el nuevo cap !! saludos!

~RoxyDarkWinx~ dijo...

Hola! =)
Me encanta el fic,
esta buenísimo
seguilo,por favoooR!!!!
saludos ~

May.- dijo...

Hace cuantos años que te leo? si si, no puedo creer que sean AÑOS! a ver, desde el 2006 creo. Y después de todo ese tiempo, tus historias me siguen atrapando, haciendo que me acerque demasiado al monitor y me ardan los ojos xD y logrando que me meta en la historia de una manera indescriptible, dandome ganas de reir, llorar, nudos en el estomago, nervios, de todo! Y creo que si alguien puede lograr todo eso en la persona que lo lee, es porque tiene talento

Besos!

May, la de siempre!

Unknown dijo...

estoy triste, necesito el capítulo 19 !!

Maggie dijo...

igual yo, Silvana! yo también estoy triste... me gustaría leer el capítulo 19 u.u
T_T

Laaaauuuuu??

u.u

Lali dijo...

estoy con una abstinencia de fic tremendaaaaaa, NECESITO el capitulo 19 *.* el pueblo quiere saberrrrrr jajaj bueno lo esperamos con ansias... besos!:)

L.- dijo...

Hellooooo! Pido mil disculpas por la desaparición, pero empecé a trabajar =D y tengo CERO tiempo para nada más que para dormir un par de horas xD. Pero tengo muuuchas ideas para el fic y esta próxima semana voy a tratar de hacerme un huequito para escribir tanto como pueda!

Les dejo un beso enorme y un abrazo extra para May, que siempre vuelve!

Besotes!

karidiva dijo...

suerte en tu trabajo y esperamos el próximo fics!!

Maggie dijo...

Éxito con tu trabajo, Laura!!!

esperamos poder leerte nuevamente en cuanto tengas oportunidad!!

besotes!!

XOXO!

sam_mccartney dijo...

Suerte y exito en lo de tu trabajo, Laura!

Aqui te esperaremos cuando puedas actualizar.

xx

Unknown dijo...

suerte en tu nuevo trabajo!
mientras uno espera le va dando un repaso a la historia unas cuantas veces =P